JUAN VICENTE TORREALBA

Juan Vicente Torrealba Pérez es el tercero de los hijos del matrimonio de Santana Torrealba Silva y María Esperanza Pérez, nacido en la esquina de Rosario en Caracas, para ese entonces una zona rodeada de haciendas y en las inmediaciones del Nuevo Circo de Caracas. Su niñez y adolescencia transcurrieron en el hato de su familia llamado Banco Largo, cercano a la población de Camaguán (Estado Guárico). Allí desempeñó diversas labores propias de los obreros de la hacienda y, debido a la falta de tiempo, nunca pudo cursar formalmente la educación primaria. Como anécdota de su adolescencia cabe destacar que conoció y conversó varias veces con el dictador Juan Vicente Gomez. Es durante este período que nacieron sus inquietudes musicales y aprendió a tocar la guitarra. Como otros jóvenes de la época, Torrealba estaba influido por la música que llegaba de diversos países, sobre todo Cuba. A los 18 años de edad, realiza su primera presentación como guitarrista en el pueblo La Unión (Estado Barinas) tocando la melodía Cuidadito Compay Gallo del compositor cubano Ñico Saquito. Sin embargo, abandonó este instrumento al oír ensayar al concertista de guitarra Rodrigo Riera.
Buscando otros horizontes, Juan Vicente Torrealba se traslada a Caracas y a pesar de que solo sabía escribir y leer, se emplea como fiscal de una empresa láctea. Allí aprende a tocar el arpa llanera al lado del músico y compositor Ignacio "El Indio" Figueredo. El destino lo lleva a concebir en 1947 su conjunto musical Los Torrealberos, junto a su hermano Arturo Torrealba y su hijo, Santana Torrealba León. Sin embargo, faltaba un cantante y para este fin fue contratado el joven intérprete Ángel Custodio Loyola.
La música del llano venezolano recibe con Juan Vicente y sus "Torrealberos" un gran impulso en la difusión por todo el país en la segunda mitad de la década de los cincuenta, proyectando e impulsando al joven tenor Mario Suarez, con quién el conjunto trabajó durante una prolongada temporada, amén de que fueron grabados numerosos discos con el sello Banco Largo.
Así conformado el conjunto, Torrealba comienza ganarse la vida en eventos sociales. Un año después, se inicia como compositor con los temas Las caricias de Cristina y el reconocido Concierto en la llanura, melodía en ritmo de pasaje estilizado que, curiosamente, se convierte en tema de ejecución para la obtención de la licenciatura en arpa en México y Paraguay.

Durante los años 60 y 70, aparte de sus varias presentaciones en territorio nacional inicia también otras dando a conocer sus composiciones en diversos países de América y Europa. En 1971, marca un hito en su carrera al grabar el LP Rapsodia Llanera junto a su agrupación y una orquesta sinfónica. Al principio de 1973, en Alemania estudia los principios de la música electrónica y, al regreso, incorpora mejoras en el sonido de su arpa y añade la presencia de teclados a su conjunto. Firma contrato con la división disquera de la transnacional BASF, con la cual realiza varios LPs con música tradicional venezolana y música bailable de Colombia, Cuba y México. Llega inclusive a experimentar con melodías italianas al grabar su álbum Italia In Ritmo Tropicale (1977). Anteriormente, había grabado a su lado la soprano japonesa Nikari Niki, quien introdujo la novedad de interpretar las melodías de Torrealba, a partes iguales en español y japonés.

Firma contrato en 1981 con la disquera Sonográfica, con la cual realiza unas pocas grabaciones, antes de retirarse de la actividad musical en 1986, al sentir que a su música no se le daba suficiente promoción. Desde entonces, el Maestro Torrealba, como se le conoció en sus últimos años de actividad musical, se ha dedicado a la fotografía y a la pintura.
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